Necesitas:

• Cáscaras de huevo en mitades (las necesarias)
• Cartón de huevos
• Humus o tierra negra
• Semillas 
• Agua tibia
• Jabón para trastes suave (sin cloro)
• Atomizador

Procedimiento:

1. En primer lugar, enjuaga las mitades de las cáscaras de huevo con agua tibia y con el jabón para trastes. Luego enjuaga para retirar todo el jabón.
2. Luego, llena las cáscaras hasta la parte superior con la tierra o el humus. Nota: no es necesario hacerle un agujero inferior a las cáscaras. 
3. Agrega dos semillas por cascarón de huevo. Empuja las semillas ligeramente hacia abajo, sin presionar demasiado ni de manera tan profunda. Las semillas con mucha profundidad tienen menos posibilidad de germinar.
4. Riega las semillas con un atomizador, manteniendo el suelo húmedo pero no empapado.
5. Coloca las cáscaras en el cartón de huevo para que se sostengan y ponlo en un lugar bien iluminado y cálido donde no reciba sol directo. El tiempo de germinación dependerá de cada tipo de semilla.
6. Finalmente, cuando la plántula crezca, podrás trasplantar a una maceta o terreno más grande.