1 litro de leche
4 huevos
200 g de azúcar blanca
40 g de harina de maíz
1 limón
Lavamos, secamos y pelamos el limón intentando evitar al máximo la parte blanca pegada a la cáscara.
Ponemos a cocer la leche y, una vez que hierva, retiramos del fuego e introducimos la cáscara de limón.
Dejamos que repose para que tome bien el aroma de limón hasta que se enfríe.
Batimos los huevos con el azúcar.
Diluimos la harina de maíz en un poco de leche y la añadimos a la mezcla de huevos y azúcar removiendo bien con una varilla para que se integren todos los ingredientes.
Volvemos a poner la leche colada al fuego, a potencia baja, y añadimos la mezcla anterior sin dejar de remover hasta que espese.
Repartimos las natillas de limón en unos cuencos, dejamos que se enfríen para meterlos en la nevera durante un par de horas.
¡Y ya las tendríamos listas para servir!